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Kendra Muxe

Servicio a operadores de la planta eólica Energía Eólica del Sur S.A.P.I de C.V. / Trabajo Sexual

Kendra Muxe

Energía Eólica del Sur S.A.P.I de C.V. es el parque eólico más grande de Latinoamérica. Kendra Muxe vive en esta zona de Oaxaca y nos habla de su relación con esta tecnología
“Los ventiladores eólicos todavía no existían cuando era niña. Yo tenía la edad de 22 años cuando llega el primer ventilador (aerogenerador) en la Ventosa, de ahí empezó para que llegó a Juchitán. Los ventiladores allá dicen que son para ahorrar la energía eléctrica que consume toda la población y pues sí está muy barato llegando el recibo de la luz, antes de que llegaran los ventiladores eólicos no era muy barato, era muy caro. Al principio sí había gente que está en contra de los ventiladores, al principio decían que el ventilador eólico nos va a afectar, que nos va a producir alguna enfermedad, por ejemplo, decían que por el cáncer. No hubo nada de esa enfermedad, simplemente la gente de Juchitán se ha opuesto a que llegue algo de fuera. A los que trabajan en los ventiladores eólicos les pagan bien. Yo ahí tengo una expareja, él me comentó que sí les pagan bien. Tengo clientes de ahí; les pagan bien, más los de la oficina. Tengo un primo hermano que él también le pagan bien, vive bien”.

Identidad Muxe
“Yo me di cuenta a la edad de 16 años de que yo era un chico gay, al principio un chico gay, y luego a la edad de 23 años me gustó ser chica muxe, como se conoce allá. Ser muxe significa vestirse de mujer, portar un traje regional, vestidos. Mi papá ya no alcanzó verme. Mi papá fue un hombre machista. En el caso de mi mamá ella siempre me apoyó desde el primer momento en que ella supo. Me conocen en varios pueblos; Ixtepec me conocen como Kendra, en espinal me conocen como Rubí, igual parte de Juchitán me conocen como Kendra y como Rubí y en Tehuantepec me conocen como Penélope. A la edad de 23 años empecé también a ejercer el servicio sexual, iba pasando en la calle, me encontré una chica Trans y me ofreció y me llamó y me dijo. Al principio era una maravilla, se ganaba bien, los clientes eran muy constantes. En Ixtepec nomás son cinco muxes que se dedican al trabajo sexual. Desde la segunda semana que me dediqué al servicio sexual le platiqué a mi mamá a lo que yo me dedicaba. Mi hermano no está en contra, al contrario, él se siente orgulloso, publica en su página de Facebook “que tengo una hermana que me ha echado adelante”. A la eólica se le conoce allá como los ventiladores, ahí trabajan los hombres de mantenimiento, los de oficina... Yo a ellos los conozco porque son personas de mi origen, de donde yo soy. Me contactan a través de WhatsApp, de Facebook; así, cuando se transportan en el carro, se suben uniformados, me piden mi número para hacer servicio sexual y se los proporciono. En cantinas es muy poco, en cantinas lo que yo puedo encontrar es maestros, licenciados, doctores”.

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